La fuga hacia adentro del capitalismo y la aceleración de la democracia

ENTREVISTA ESPECIAL A BRUNO CAVA

Por: Ricardo Machado/ IHU ON-LINE

Bruno Cava es un investigador asociado a la red Universidad Nómada. Profesor de Filosofía, ofrece cursos libres en instituciones culturales en Rio de Janeiro (Cinemateca de MAM, Casa de Rui Barbosa, Museo de la República). Es graduado en Ingeniería por el Instituto Tecnológico de Aeronáutica -ITA y en Derecho por la Universidad del Estado de Rio de Janeiro (UERJ), por la cual también es magister en Filosofía del Derecho. Autor de varios libros, en 2018 publicó New Neoliberalism and the Other – Biopower, antropophagy and living money (Labham: Lexington Books, 2018) con Giuseppe Cocco.

¿En qué medida la democracia, en su sentido moderno, esa que modeló las formas de la representación politica, viene mostrando señales de agotamiento?

La génesis de la democracia moderna esta entrelazada con la del capitalismo. Diferente de otros modos de control social, como la esclavitud o la servidumbre, el capitalismo implica una mediación, un momento articulador haciendo que la dominación se desarrolle de forma indirecta. En el capitalismo el trabajo debe ser libre, hay que reconocerles un margen de libertad a los productores. Se gobierna su ejercicio. El capitalismo es un régimen de subjetivacion que propicia la libertad en la misma medida en que la vigila y busca conducirla. El Estado democrático de derecho nace como articulación de esa libertad, al mismo tiempo necesaria y peligrosa. El proceso del capital precisa de un umbral democrático, necesita el fuego del trabajo vivo que, fuera de control, puede terminar consumiéndolo. Este es el problema de la democracia moderna.

En la primera mitad del siglo XX, la mediación asumió la forma de lo social. La democracia social implica regular el proceso del capital mediante el reconocimiento de una subjetivacion autónoma dada por la cooperación de los productores. El capital se organiza como colmena: ordenando espacios de cooperación donde el trabajo es explotado. Hago referencia a la sociedad-fábrica. Después del ciclo de luchas de 1968, la mediación fue reestructurada en la forma de la crisis. En lugar de una crisis estacional de descompensación de la economía pasamos a una economia de la crisis, una crisis permanente e interiorizada: el gobierno de los endeudados (Maurizio Lazzarato (1)). Es el viraje -abordado por Toni Negri (2), Yann Moulier-Boutang (3) y por otros- donde pasamos de una sociedad fabril a la fabrica social, de la colmena a las grandes aperturas de la polinización y del rizoma, una economía como ecología. Ahora estamos en un nueva nueva transformación, pasando de la economía de crisis a la crisis de la economía de crisis, es decir, la crisis del neoliberalismo y de la globalización neoliberal.

Existen filósofos como Slavoj Zizek (4) que entienden que se dio un divorcio entre capitalismo y democracia liberal, lo que abriría el camino para salidas trascendentes a la izquierda, como en los casos de la China de Xi Jinping (5), de la Rusia de Putin (6) o de la Venezuela de Maduro (7). Otros filósofos, como Éric Alliez (8) y Lazzarato, ven la crisis terminal del capitalismo como la regresión a su condición estructural, entonces su norte serían cosas como la guerra civil de Siria,  es decir, la tendencia a un mundo en conflagración. Una tercera tesis o visión -con la que me identifico- llevaría ver que lejos de existir un divorcio entre capitalismo y democracia, como si las clases dominantes estuvieran dispensando la democracia, lo que se da es una aceleración democrática. La democracia interna en la economia de crisis se tornó ingobernable, lo que las primaveras árabes expresaron bajo la demanda de “democracia real ya”.

Hay, por lo tanto, una aceleración de la democracia que se manifiesta en la fuga de los migrantes, en la fuga de los precarios, en la fuga de las ocupaciones y acampadas por distintas partes del mundo, en una fuga de los pobres ante el empeoramiento de las condiciones de vida. No es exactamente una huida hacia fuera del capitalismo, sino una huida del «fuera» del capitalismo, de lo ingobernable que es una democracia que ya no se puede contener. La respuesta a esto en los últimos años ha sido brutal: modulación violenta del éxodo poblacional (en el Mediterráneo, en los Balcanes, en Turquía), la guerra civil (Siria, Ucrania / Rusia, Venezuela), hacer que la aceleración se vuelva contra sí misma, en una línea de abolición suicida (Trump (9), Bolsonaro (10), Duterte (11)). A finales de la década de 2010, estamos en una «situación Anti-Edipo», haciendo referencia al libro de Deleuze (12) y Guattari (13), aunque aquel hubiese sido escrito en otras condiciones.

¿Ante el actual escenario político del Brasil, cual es la importancia de no transformar la derrota político-electoral en derrota subjetiva?

En la Critica de la Filosofía del Derecho de Hegel (14), Marx (15) denomina como critica vulgar aquella que asume ante la realidad empírica una actitud arrogante, altiva, pretenciosa, que expone las contradicciones de lo existente apenas para despreciarlas como pertenecientes a la masa. Es una crítica dogmática que lucha contra su objeto. La izquierda brasileña, desde 2013, se ha auto-segregado de las luchas en nombre de la defensa abstracta del ideal de la Izquierda, lo que en la práctica no es más que un atrincheramiento del PT y Lula. Esto se realizó en contra del movimiento de Junio 2013 (movilizaciones organizadas principalmente contra el aumento de los precios del transporte público y después por el gasto de la realización de la Copa FIFA de Confederaciones), la indignación popular frente a la corrupción y el desbordamiento social provocado por la huelga de los camioneros sobre todo por medio de WhatsApp.

La derecha al contrario, fue al encuentro del movimiento nuevo y se reorganizó dentro de este.

Para la Izquierda, peor que la derrota de hecho, me refiero a haber perdido la elección del pasado mes de octubre, es el hecho de que esta derrota se haya convertido en una derrota por derecho: no había como vencer, la derrota estaba dada irremediablemente. De no ser así, estaríamos ante algún Mefisto maligno de la ascensión global trumpista idealizada por Steve Bannon (16); de una nueva Guerra Fría (17) perversa; o ante la ascensión de un metafísico conservadurismo de fondo, fruto de las profundidades racistas y homofóbicas del pueblo brasileño que estarían emergiendo en la forma de una violencia fascista contra las minorías. Todo ello, bajo una mezcla en variadas proporciones de esos estilos propiciados por la crítica vulgar.

Sin embargo, el diagnóstico del fracaso se convierte en el fracaso del diagnóstico y las izquierdas continúan girando en falso en torno a una movilización de cuño moral y autorreferente que en la práctica significa seguir bajo la órbita del PT y de Lula durante los próximos años, aunque ahora bajo la consigna del antifascismo. Es ahí donde el diagnóstico del fracaso se convierte en el fracaso de los diagnósticos. Es preciso comprender esas condiciones de derecho a las que anteriormente hacía referencia. Esas con que la derrota ocurrió, lo que está relacionado directamente con el largo Junio de 2013, el ciclo de luchas anticorrupción y el movimiento de camioneros. De igual manera también, en términos globales, con la ascensión de la nueva derecha, lo cual está relacionado a su vez con la restauración del ciclo post primaveras árabes. Sin una nueva teoría, la práctica continuara centrípeta y autorreferente.

¿En qué medida la politización en Brasil se transformó en una especie de “moralización”?

La politica comienza cuando el orden de las representaciones no da cuenta de lo que se está realmente expresando. Su portador es la parte de los sin parte, los que tienen que abrir un disenso en la vigencia (Jacques Rancière (18)). Por ejemplo, en el movimiento del 15 de mayo -en el verano español de 2011- había un suplemento ingobernable que no cabía en la polarización política del país  instaurada por el régimen post-dictadura de 1978. En Brasil, las jornadas de junio de 2013 no colocaron sólo en cuestión ciertas pautas de la política convencionalmente establecida, sino a todo el pacto de la redemocratización nacional, motivo por el cual en el calor del momento Marcos Nobre (19) acertó en definir esta coyuntura como «shock de democracia». En algunos países como el nuestro, esa movilización de nuevo tipo se enredó con campañas electorales.

Difícil es, por ejemplo, separar de manera estanca el movimiento Occupy (20) y la campaña positiva «Yes We Can» que lo precedió y llevó a Obama (21) al poder. O bien las acampadas del 15-M y la propuesta originaria de Podemos de organizarse por medio de círculos autónomos. De igual manera las protestas de Gezi Park en Turquía, y la emergencia del Partido Democrático de los Pueblos (HDP, por sus siglas en turco) como una fuerza política significativa en el parlamento. En Brasil, sin embargo, los más politizados, aquellos que se autodefinen como militantes de izquierda se movieron en la dirección contraria al movimiento.

La política se reanuda  en el punto en que los valores existentes no dan cuenta de las expresiones sociales, es el momento en que es preciso crear. Para hacer politica es preciso tener una idea. Sin política se trata sólo de policía, lo que implica una actitud de llegar al problema con todas las ideas justas y correctas de antemano, con las que se pretende juzgar la realidad. Lo que se entiende por politización integral de la vida en Brasil, con la frase «lo personal es político», no fue política sino policía, una moralización integral de los comportamientos y actitudes, las cuáles se planteaban desde la perspectiva de que estas deben seguir un patrón. De manera diferente y a veces con una extraña resonancia, la ola conservadora en Brasil se rompió de los dos lados, sea como moralización izquierdista de lo políticamente correcto o ya sea como la moralización derechista de los ciudadanos de bien y mujeres honestas. Tanto de un lado como de otro con sus respectivos sacerdotes y policías cargados de ideas «correctas».

¿Cuál es la relación de ese proceso [de la moralización] con la emergencia, por ejemplo, de figuras como Bolsonaro?

En cierta medida, Bolsonaro es un soldado de las guerras culturales, como ya afirmó Pablo Ortellado (22). El antagonismo real de Junio fue desplazado, con la restauración del levantamiento, a una disputa de narrativas. Pero el trabajo del antagonismo continuó en los subterráneos de la política, tal y como si fuera un topo sonriente. El conflicto social creció a la misma velocidad que el aumento de la crisis, y las indignaciones siguieron creciendo en cámara lenta pero cada vez con mayor pujanza ante el colapso de la metrópoli, estrangulada por la sensación de inseguridad, el cuello de botella del transporte y la decadencia en la que está inmerso nuestro sistema de salud. Mientras la izquierda retrocedió y se atrincheró en sus espacios de seguridad (universidades, Facebook y circuito cultural establecido) multiplicando banderas, narrativas y simbologías; la derecha se ramificó por dentro y a través de los antagonismos reales, especialmente mediante el discurso anticorrupción de la ‘alt right‘ y las redes de solidaridad con el aliento de las iglesias protestantes de base.

Bolsonaro logró capitalizar electoralmente sobre dos procesos políticos: por un lado, la victoria en las guerras culturales sobre la izquierda; por otro, mediante la victoria en representar la indignación anti-sistémica de los más pobres (con excepción de la fortaleza lulista en el Nordeste, donde Lula sigue siendo el referente anti-sistema). Los dos procesos -cultural y socioeconómico- se complementan, sin primacía de uno sobre el otro. Bolsonaro fue visto como una respuesta política a una situación aparentemente sin salida, ya que el PT llegó a 2018 bastante desgastado como opción política. Buena parte de los electores brasileños tolera en estos momentos lo que entiende como excesos y arrebatos de Bolsonaro, todo ello en nombre de una lucha más grande por escapar de la crisis y revitalizar la democracia. En ese sentido, si la moralización implica siempre un miedo, miedo a un mal que todo puede contaminar, la candidatura de Bolsonaro logró consolidarse como la esperanza por días mejores y más protección a los pobres, aunque esta se de por la vía militar y represiva.

¿Cuál es la importancia de pensar los desafíos políticos más allá de una moralidad prêt-à-porter?

El principal desafío es reconectarse con las luchas. La izquierda cree que las luchas van a nacer de ella misma. Muchos artistas y productores culturales también piensan que la cultura de lucha es una tarea de ellos. Los análisis disponibles en el mercado académico son muy prescriptivos: debemos hacer esto, debemos hacer aquello. El «nosotros» implicado es más bien testimonial, en el sentido de un grupo que comparte valores -más que propiamente lo político- capaz de avanzar sobre nuevos terrenos de movilización. El gran desafío involucra un ajuste de la percepción, una evidencia que movimientos como Junio o la huelga de los camioneros sitúan encima de la mesa. Parar de mirarse a sí mismo como eje del mundo y desmontar el tribunal izquierdista, siempre dispuesto a condenar las luchas mediante pruebas de tornasol de las banderas e izquierdómetros discursivos.

Pero la respuesta no puede ser un genérico «trabajo de base», incluso porque la sociedad del siglo XXI no se organiza ya verticalmente, sino en un ecosistema más complejo, en red y con múltiples niveles de articulación. ¿Cuál es la reingeniería de redes, la lógica algorítmica de nube, los nuevos agenciamientos socio-técnicos que necesitaríamos? Estos ya están siendo creados en las franjas de la cooperación social, en el común productivo que mueve el capitalismo hoy. Estas son las nuevas tendencias que necesitamos.

Nada más lejos de esa actitud que moralizar, por ejemplo, el uso del Whatsapp mediante un discurso que se está convirtiendo en el más nuevo pánico moral: las fake news. Construir la democracia por venir exige, antes que nada, una actitud prospectiva con la propia democracia: ¿cómo ejercer un principio selectivo en el interior del grito de los indignados, cómo organizar los ritmos y tonos en un canto? Aquí llega la pregunta leninista por excelencia: ¿cómo organizar desde dentro del movimiento, de la potencia social, en la tendencia de las luchas, los desvíos clinámicos que pueden llevarnos a una realidad mejor?

¿Cual es el impacto de la polarización política en la democracia representativa?

Cuanto la democracia es más invocada como defensa de lo indefendible, la democracia más se vacía y se convierte en una palabra hueca. Si una candidatura que representa el pacto de inmunización o impunidad de la casta politica es exitosa en promoverse como expresión de la candidatura de la democracia, la mayoría puede comenzar a cuestionarse si queremos vivir en ese modelo de democracia. Si alguien que vive en condiciones de fascismo social, bajo la inseguridad, la vergüenza de la deuda, el chantaje permanente de grupos armados, el miedo a la miseria y entiende que eso es la democracia, puede ser que esa persona se cuestione también los fundamentos que hacen referencia a todo lo que la democracia pueda tener de malo. Pero a pesar de eso, la encuesta del Datafolha muestra que la democracia es defendida como valor por la gran mayoría brasileña y además en una tendencia de forma ascendente.

Dos tercios de los votantes de Bolsonaro, según la estadística, también sostienen la relevancia de la democracia. Tal vez esa sea la gran paradoja, ¿cómo un candidato que elogió toda su vida a la dictadura, incluso sus peores prácticas de tortura, censura y eliminación de la oposición, puede ser elegido como representante de un movimiento que se ve como el despertar democrático? Esta paradoja no tiene cabida racional si no ponemos en el análisis factores como Lula y el PT, pues sólo en la polarización con ellos se entiende como la campaña de Bolsonaro acumuló al punto de conquistar la mayoría social brasileña. Pero hay una enorme contradicción en todo esto y eso abre, nuevamente, el terreno para la política por encima de la vehemencia moral de las condenas.

¿Es posible pensar una democracia post-representativa?

En realidad esta ya está siendo pensada desde hace tiempo, desde el giro del fordismo al post-fordismo, momento que esquematicé con anterioridad. La propia democracia representativa ya fue arrastrada por la post-representación, refuncionalizándose. En el texto «Post-scriptum sobre las sociedades de control» (1991), Deleuze plantea cómo las sociedades contemporáneas se organizan de una manera micropolítica. Ya no somos integrados en el mercado como individuos, sino como índices flotantes, tendencias y multiplicidad de elementos diferenciales. La macroeconomía de Keynes (23) se desarrolló en una psicología de las masas basada en propensiones, euforias y espirales depresivas conforme a las matemáticas de los grandes números. Hoy esa lógica se generalizó para la microeconomía.

Somos bitificados por los algoritmos, gamificados en diferentes nubes simultaneas de “grupos de control”, constantemente mapeados y remapeados por trackings en econometría del Big Data. Así funciona el mercado, como también el mercado político, el consumo de los productos electorales de la representación. João Santana (24) tal vez haya sido el último zar de una publicidad que se volvió tan multitudinaria como un bunker de propaganda que ya no da más de sí. La campaña de Bolsonaro ya rizomatizó de otra forma y, si toda espontaneidad es organizada, también hay mucha espontaneidad en lo que parece de antemano organizado que no lo es, pues la organización es un problema que también sufre mutaciones en sus términos. Ver, sobre eso, «The organisation of the organisationless» de Rodrigo Nunes.

No basta con decir que la victoria de Bolsonaro es la organización social que no queremos. Porque tiene puntos de contacto y de diferenciación en relación a la huelga de los camioneros y, un poco más lejos, también con Junio de 2013 y las Primaveras Árabes. En «Estado y revolución» y «Qué hacer«, textos pre-revolucionarios, Lenin dice que no cabe a las vanguardias inventar formas nuevas, que la materia política no carece de algo que venga de afuera para moldearlas. Las tendencias ya existen, como nuevos mundos en génesis real y estas deben ser escrutadas como multiplicidad intensiva. ¿De qué manera la ascensión de las nuevas derechas y el terreno de la restauración reabren a OrganisasionsFrage (pero también una nueva Organisation der Frage!)?, ¿Cómo funcionan y de qué manera obtienen eficacia más allá de las viejas estructuras?, ¿qué nos pueden enseñar? Sin retroceder a la formulación populista (sólo que de izquierda) muchas veces se trata de tan solo otro nombre para la confusión de nuestros esfuerzos por en la lucha por el concepto.

¿Qué significa que 42 millones de electores decidieran la elección del presidente en la segunda vuelta, ya sea como abstención, nulo o blanco?

Con una elección de voto obligatorio ante las dos candidaturas que pasaron a la segunda vuelta con un alto índice de rechazo, era previsible un aumento de los votos nulos, blancos y abstenciones. Cuando diferenciamos los índices de los tres grupos, se constata que las tasas de abstención y en blanco se mantuvieron en las medias históricas para segunda vuelta, mientras que los votos nulos crecieron un 60% con respecto a 2014, llegando al 7,4% del total. Un valor significativo si pensamos que las dos campañas defendieron el voto en los respectivos candidatos con una vehemencia inédita.

De un lado, la inducción a un pánico rojo, juntando argumentalmente PT, Venezuela, URSS y nazismo en la misma bolsa narrativa de rechazo al totalitarismo y la amoralidad. En el otro lado el pánico al fascismo, juntando a Bolsonaro, la dictadura de 1964, Mussolini y, de nuevo, el nazismo, como señal del peligro respecto a un totalitarismo de derecha. El problema de la inducción argumentativa al pánico es que se esfuman los matices y se fabrica una gran indiferencia, una especie de sombra oscura que funciona como la suma confusa de todos los miedos, una amenaza generalizada e intangible a su vez intratable desde el plano del análisis y de las estrategias. Que tantos electores hayan evitado esa presión de compresión de las subjetividades no deja de ser un dato interesante de los resultados de la segunda vuelta.

Notas:

(1) Maurizio Lazzarato: sociólogo y filósofo italiano que vive y trabaja en París, donde realiza investigaciones sobre la temática del trabajo inmaterial, la ontología del trabajo, el capitalismo cognitivo y los movimientos pos-socialistas. También escribe sobre el cine, el vídeo y las nuevas tecnologías de producción de imágenes. Es uno de los fundadores de la revista Multitudes. 

(2) Antonio Negri (1933): filósofo político y moral italiano. Durante la adolescencia, fue militante de la Juventud Italiana de Acción Católica, como Umberto Eco y otros intelectuales italianos. En 2000, publicó el libro-manifesto Imperio (Río de Janeiro: Record), con Michael Hardt. A continuación, publicó Multitud. La guerra y la democracia en la era del imperio (Río de Janeiro / São Paulo: Record), también con Michael Hardt.

(3) Yann Moulier-Boutang: economista, filósofo y escritor. Es profesor de economía en la Universidad de Bretagne du Sud, en Vannes. También es profesor de gestión y administración en el Institute of Political Science, en París y de análisis económico en la Universidad de Caen, en Normandía. Participa de investigaciones sobre las transformaciones en el sistema capitalista en el Laboratorio Matisse.

(4) Slavoj Zizek (Slavoj Žižek, 1949): filósofo y teórico crítico esloveno. Es profesor de la European Graduate School e investigador senior en el Instituto de Sociología de la Universidad de Liubliana. Es también profesor visitante en varias universidades estadounidenses, entre las que están la Universidad de Columbia, Princeton, la New School for Social Research, de Nueva York, y la Universidad de Michigan. Publicó recientemente Menos que nada. Hegel y la sombra del materialismo dialéctico (San Pablo: Boitempo, 2013). 

(5) Xi Jinping (1953): nacido en Pekín, presidente de la República Popular de China y secretario general del Partido Comunista de China. Tienen doctorado en Ingeniería Química y Ciencia Política. Es actualmente el principal miembro del Secretario del PCCh, el presidente de China, el director de la Escuela Central del Partido y el más importante miembro del Comité Permanente del Politburó, que es el órgano que controla el país. Hijo del político comunista Xi Zhongxun, Xi Jinping comenzó su carrera política en la provincia vecina de Zhejiang, luego promovido a la jefatura del partido de Sanghái tras la dimisión de Chen Liangyu. Conocido por sus posturas liberales, duro combate a la corrupción y una franqueza y apertura en cuanto a reformas políticas y económicas, es el destacado líder emergente de la quinta generación de líderes de la República Popular China. Asumió el cargo de presidente de China el 15 de marzo de 2013, sucediendo a Hu Jintao. Fue nombrado como una de las personas más influyentes del mundo en 2009, 2011 y 2012 por la revista Time. En 2017 fue elegido por The Economista el hombre más poderosos del mundo. En 2018 el parlamente chino aprobó el mandato vitalicio a Xi Jinping.

(6) Vladimir Putin (1952): presidente de Rusia. También es ex agente del KGB en el departamento exterior y jefe de los servicios secretos soviético y ruso, KGB y FSB, respectivamente. Putin ejerció la presidencia entre 2000 y 2008, además de haber sido primer ministro en dos oportunidades, la primera entre 1999 y 2000, y la segunda entre 2008 y 2012.

(7) Nicolás Maduro Moros (1962): es un político venezolano, actual presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Después de, como vicepresidente constitucional, asumir el cargo con la muerte del presidente Hugo Chávez, fue elegido el 14 de abril de 2013 para mandato como 57º presidente de Venezuela.

(8) Éric Alliez (1957): es un filósofo francés que se dirigió de Gilles Deleuze y actualmente es un destacado profesor en la Universidad de París 8. Además es investigador del Centro de Investigaciones en Filosofía de la Kingston University.

(9) Donald Trump (1946): es un empresario, ex presentador de reality show y actual presidente de Estados Unidos.  En la elección de 2016, Trump fue elegido el 45º presidente norteamericano por el Partido Republicano, al derrotar a la candidata demócrata Hillary Clinton en el número de delegados del colegio electoral; sin embargo, perdió en el voto popular. Entre sus banderas están el proteccionismo norteamericano, por donde pasan cuestiones económicas y sociales, como la relación con inmigrantes en Estados Unidos. Trump es presidente del conglomerado The Trump Organization y fundador de Trump Entertainment Resorts. Su carrera, exposición de marcas, vida personal, riqueza y modo de pronunciarse contribuyeron a hacerle famoso.

(10) Jair Bolsonaro (1955): militar de la reserva y diputado federal nacido en Campinas (SP). De orientación política de extrema derecha, conservadora y nacionalista, cumple su séptima legislatura en la Cámara Federal. En enero de 2018, anunció su afiliación al Partido Social Liberal – PSL, el noveno partido político de su carrera. Fue el diputado más votado del estado de Río de Janeiro en las elecciones generales de 2014. Fue conocido por la lucha contra los derechos LGBT, por la defensa de la dictadura y la tortura. Sus embates contra los derechos humanos son constantes. Sus declaraciones controvertidas ya le rindieron cerca de 30 solicitudes de casación y tres condenas judiciales, desde que fue elegido diputado en 1989. Los documentos producidos por el Ejército Brasileño en la década de 1980 muestran que los superiores de Bolsonaro lo evaluaron como dueño de una «excesiva ambición en se realizará financieramente y económicamente «. Según el superior de Bolsonaro en la época, el coronel Carlos Alfredo Pellegrino, «[Bolsonaro] tenía permanentemente la intención de liderar a los oficiales subalternos, en lo que fue siempre repelido, tanto en razón del trato agresivo dispensado a sus camaradas, como por la falta de lógica , racionalidad y equilibrio en la presentación de sus argumentos. Es notorio su machismo, como evidencian las agresiones y ofensas dirigidas a sus colegas parlamentarios. Su falta de respeto a la condición femenina no ahorró ni la hija. En abril de 2017, en un discurso en el Club Hebraica, en Río de Janeiro, Bolsonaro hizo una mención a la menor, entonces con seis seis años: «Tengo cinco hijos. En una entrevista a la revista Playboy, en junio de 2011, su agresividad se dirigió a los gays: «Sería incapaz de amar a un hijo homosexual». en abril de 2017, durante un discurso en el Club Hebraica, en Río de Janeiro, afirmó que acabará con todas las tierras indígenas y comunidades quilombolas de Brasil, si es que se trata de un «accidente que aparezca con un bigodudo por ahí. electo presidente en 2018. También dijo que terminará con la financiación pública para ONGs: «Puede estar seguro de que si llego allí no va a tener dinero para las ONG. Si depender de mí, todo ciudadano va a tener un arma de fuego dentro de casa. «No va a tener un centímetro demarcado para reserva indígena o para quilombola.» Elegido el 28 de octubre de 2018, será el 38º Presidente de Brasil.

(11) Rodrigo «Digong» Roa Duterte (1945): es un político y abogado filipino, actual presidente de su país desde el 2016.El 30 de junio de 2016, fue elegido como el 16º presidente de Filipinas con el 39% de los votos válidos por el partido PDP, -Laban.

(12) Gilles Deleuze (1925-1995): filósofo francés. Así como Foucault, fue uno de los estudiosos de Kant, pero tiene en Bergson, Nietzsche y Espinosa, poderosas intersecciones. Profesor de la Universidad de París VIII, Vincennes, Deleuze actualizó ideas como las de devenir, acontecimientos y singularidades.

(13) Pierre-Félix Guattari (1930-1992): filósofo e militante revolucionário francês. Colaborou durante muitos anos com Gilles Deleuze, escrevendo com este, entre outros, os livros Anti-Édipo, Capitalismo e Esquizofrenia e O que é Filosofia?. Félix Guattari, dotado de um estilo literário incomparável, é, de longe, um dos maiores inventores conceituais do final do século XX. Esquizoanálise, transversalidade, ecosofia, caosmose, entre outros, são alguns dos conceitos criados e desenvolvidos pelo autor.

(14)  Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831): filósofo alemán idealista. Como Aristóteles y Santo Tomás de Aquino, desarrolló un sistema filosófico en el que estuvieran integradas todas las contribuciones de sus principales predecesores. En Hegel, comprendo la edición 217 de la IHU On-Line, de 30-4-2007, titulada Fenomenología del espíritu, de (1807-2007), en conmemoración a los 200 años de lanzamiento de esta obra. Y en el caso de las mujeres, Un nuevo modo de leer Hegel; Hegel. La traducción de la historia por la razón, edición 430, y Hegel. Lógica y Metafísica, edición 482.

(15)  Karl Marx (1818-1883): filósofo, científico social, economista, historiador y revolucionario alemán, uno de los pensadores que ejercieron mayor influencia sobre el pensamiento social y sobre los destinos de la humanidad en el siglo XX. La edición 41 de los Cuadernos IHU ideas, la autoría de Leda Maria Paulani, tiene como título A (anti) filosofía de Karl Marx. También sobre el autor, la edición número 278 de la revista IHU On-Line, del 20-10-2008, se titula La financierización del mundo y su crisis. Una lectura a partir de Marx. La entrevista Marx: los hombres no son lo que piensan y desean, pero lo que hacen, concedida por Pedro de Alcântara Figueira, fue publicada en la edición 327 de la IHU On-Line, de 3-5-2010. La IHU On-Line preparó una edición especial sobre desigualdad inspirada en el libro de Thomas Piketty El Capital en el Siglo XXI, que retoma el argumento central de El Capital, obra de Marx. La revista IHU On-Line, edición 525, titulada Karl Marx, 200 años – Entre el ambiente fabril y el mundo neural de redes y conexiones, en celebración a los 200 años del nacimiento del pensador.

(16) Steve Bannon (1953): es un asesor político estadounidense que sirvió como asistente del presidente y estratega jefe de la Casa Blanca en el gobierno Trump. Como tal, participó regularmente del Comité de Directores del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, entre el 28 de enero y el 5 de abril de 2017, cuando fue despedido. Antes de asumir tal posición de la Casa Blanca, Bannon fue director ejecutivo de la campaña presidencial de Donald Trump, en 2016

(17) Guerra Fría: nombre dado a un período histórico de disputas estratégicas y conflictos entre Estados Unidos y la Unión Soviética, que generó un clima de tensión que involucró a países de todo el mundo. Se extendió entre el final de la Segunda Guerra Mundial (1945) y la caída de la Unión Soviética (1991).

(18) Jacques Rancière (1940): filósofo argelino, profesor de la European Graduate School de Saas-Fee y profesor emérito de la Universidad Paris VIII (Vincennes-Saint-Denis). Su trabajo se concentra sobre todo en las áreas de estética y política. Piensa la historia, la sociedad, los movimientos políticos y el cine. En el caso de la legendaria revista Cahiers du Cinéma. Fue uno de los colaboradores del pensador Louis Althusser en el volumen Lire le Capital, de 1965, antes de romper con su antiguo profesor en la École normale supérieure. A finales de los años 1970, Rancière organiza, con otros jóvenes intelectuales, como Arlette Farge y Geneviève Fraisse, el colectivo Révoltes Logiques que, bajo la inspiración del poeta Rimbaud, cuestiona las representaciones tradicionales de lo social y publica la revista Les Révoltes logiques. Paralelamente, volvió su atención hacia la emancipación obrera y los utopistas del siglo XIX (especialmente Étienne Cabet), con una reflexión filosófica sobre educación y política. De ese trabajo nació su tesis de doctorado, publicada en 1981, bajo el título La Nuit des prolétaires. Archives du rêve ovrier, sobre los obreros santos-simonianos. Algunos de sus libros lanzados en Brasil son Nombres de la Historia. (San Pablo: Ed. 34, 2009), La noche de los proletarios: archivos del sueño obrero (São Paulo: Boitempo, 2014), El Inconsciente Estético (São Paulo: Ed. 34, 2009), La noche de los proletarios: archivos del sueño obrero (São Paulo: Boitempo, 2014) Y en el caso de las mujeres, en el caso de las mujeres, en el caso de las mujeres. En el 2005, cuando participó en el Congreso Internacional del Miedo, que tuvo lugar en São Paulo y en Río de Janeiro.

(19) Marcos Nobre (1965): graduado en Ciencias Sociales, maestro y doctor en Filosofía por la Universidad de São Paulo – USP. Es profesor de la Universidad de Campinas – Unicamp. En 1999 fundó, junto con Ricardo Terra, el Núcleo Derecho y Democracia, colectivo de investigación interdisciplinaria, en el Centro Brasileño de Análisis y Planificación – Cebrap desde 1990, como integrante del área de Filosofía y Política, habiéndose convertido en investigador de la casa en 1997. En 1999 fundó, junto a Ricardo Terra, orientado por la perspectiva de la Teoría Crítica, del cual fue el coordinador hasta 2012. De 2006 a 2011, fue profesor visitante de la Université d’Auvergne, Clermont-Ferrand, Francia. Fue investigador visitante en las universidades: de California (Berkeley), Johann Wolfgang Goethe (Frankfurt / Main), Chicago, París I (Sorbona), Leipzig, Humboldt (Berlín). Es autor de la tesis del «peemedebismo», como él bautizó la idea de la existencia de un bloque de fuerzas políticas que, al asociarse al gobierno, le da estabilidad y el blinda contra amenazas como el impeachment que el ex presidente Fernando Collor sufrió en 1992.

(20) Occupy: La serie de protestas mundiales iniciadas el 15 de octubre de 2011, a partir de la ocupación de Wall Street, en Estados Unidos, dio origen al movimiento Ocupado. El movimiento se extendió por varias ciudades del mundo, organizado por colectivos locales, organizaciones de barrio o movimientos sociales, los cuales proponían alternativas de desarrollo dirigidas a la preservación del planeta y al consumo consciente de productos, oponiéndose a la especulación financiera ya la ganancia económica .

(21) Barack Obama [Barack Hussein Obama II] (1961): abogado y político estadounidense. Fue el 44º presidente de Estados Unidos, habiendo gobernado el país entre 2009 y 2017. (22) Pablo Ortellado: filósofo, con doctorado en Filosofía por la Universidad de São Paulo – USP. Es profesor del curso Gestión de Políticas Públicas y orientador en el programa de postgrado en Estudios Culturales de la misma universidad. Es coordinador del Grupo de Investigación en Políticas Públicas para el Acceso a la Información – Gpopai.

(23) John Maynard Keynes (1883-1946): economista e financista britânico. Su Teoría general del Empleo (1936) es una de las obras más importantes de la economía.

(24) Juan Santana (1953): músico, periodista, escritor y publicitario brasileño, con actuación en el campo de campañas políticas. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció hoy que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, Hugo Chávez / Nicolás Maduro (Venezuela, 2012).

(25) Lenin [Vladimir Ilyich Ulyanov] (1870-1924): revolucionario ruso, responsable en gran parte por la ejecución de la Revolución Rusa de 1917, líder del Partido Comunista y primer presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo de la Unión Soviética. Influenció teóricamente los partidos comunistas de todo el mundo. Sus contribuciones resultaron en la creación de una corriente teórica denominada leninismo.

(26) Benito Mussolini (1883-1945): periodista y político italiano, gobernó Italia con poderes dictatoriales entre 1922 y 1943. Lideró el Partido Nacional Fascista y es considerado como una de las figuras clave en la creación del fascismo. Se convirtió en el primer ministro de Italia en 1922 y en 1925 comenzó a usar el título Il Duce, que significa «el conductor», en italiano. Después de 1936, su título oficial era Su Excelencia Benito Mussolini, Jefe de Gobierno, Duce del Fascismo y Fundador del Imperio. También creó y sostenía la patente militar suprema de Primer Mariscal del Imperio, junto con el rey Víctor Emanuel III de Italia, quien le dio el título, teniendo control supremo sobre las fuerzas armadas del país. Mussolini permaneció en el poder hasta ser sustituido en 1943. Fue uno de los fundadores del fascismo, que incluía elementos de nacionalismo, corporativismo, sindicalismo nacional, expansionismo, progreso social y anticomunismo, combinado con la censura de subversivos y propaganda del Estado. En los años siguientes a la creación de la ideología fascista, Mussolini conquistó la admiración de una gran variedad de figuras políticas. Entre sus realizaciones de 1924 a 1939, destacan sus programas de obras públicas como el drenaje de las áreas pantanosas de la región del Agro Pontino y el mejoramiento de las oportunidades de trabajo y transporte público. Mussolini también resolvió la cuestión romana al concluir el Tratado de Letrán entre el Reino de Italia y la Santa Sede. A él también se le acredita el éxito económico en las colonias italianas y dependencias comerciales. Aunque inicialmente favoreció el lado de Francia contra Alemania a principios de la década de 1930, Mussolini se convirtió en una de las figuras principales de las potencias del Eje y, el 10 de junio de 1940, introdujo Italia en la Segunda Guerra Mundial junto a los alemanes . Tres años después, fue depuesto por el Gran Consejo del Fascismo, motivado por la invasión aliada. Después de preso, Mussolini fue rescatado de la prisión en el Gran Sasso por fuerzas especiales alemanas. Después de su rescate, Mussolini encabezó la República Social Italiana en las partes de Italia que no habían sido ocupadas por fuerzas aliadas. A finales de abril de 1945, con la derrota total aparente, intentó huir a Suiza, pero fue rápidamente capturado y sumariamente ejecutado cerca del lago de Como por guerrilleros italianos. Su cuerpo fue entonces traído a Milán, donde fue colgado de cabeza abajo en una estación petrolera para exhibición pública y la confirmación de sumuerte.

Traducción del portugués: Santiago de Arcos-Halyburton

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *